NUEVOS PERMISOS POR NACIMIENTO

Bienvenidas y bienvenidos a los Lactoblogs de FEDALMA

Celebramos el avance, reivindicamos el camino que falta

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Desde FEDALMA y los grupos de apoyo a la lactancia, recibimos la noticia sobre la ampliación de los permisos por nacimiento como lo que es: un paso adelante. Es fundamental analizarlo con una perspectiva histórica y crítica, reconociendo los avances, pero sin perder de vista la meta final que garantice una verdadera protección a la díada madre-bebé y a las familias.

Celebramos, sin duda, que por fin se haya producido la primera ampliación del permiso para las madres desde el siglo XX. Y aplaudimos con especial énfasis un avance de justicia social fundamental: la mejora para las familias monomarentales, que podrán sumar el permiso del otro progenitor, alcanzando así una protección que se acerca mucho más a sus necesidades reales.

Sin embargo, este avance, aunque necesario, sigue siendo insuficiente en su duración.

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La meta real: 26 semanas para proteger la lactancia

La reivindicación histórica de FEDALMA y de numerosos colectivos ha sido siempre un permiso por nacimiento de 26 semanas. Esta cifra no es arbitraria; se corresponde con los 6 meses que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF recomiendan de lactancia materna exclusiva.

La reciente ampliación a 19 semanas (con previsión de que sean 20 en 2025) es una mejora, pero deja a las madres y a sus criaturas en una situación de desprotección durante semanas clave. Obliga a muchas mujeres a tener que interrumpir la lactancia exclusiva o a recurrir a complejas logísticas para poder continuarla al reincorporarse a su trabajo remunerado. El objetivo debe seguir siendo, inequívocamente, las 26 semanas.

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Un diseño que suma: más de 7 meses de cuidado en familia

Las 6 semanas iniciales simultáneas y obligatorias son un paso importante para la corresponsabilidad, pero la verdadera mejora reside en cómo se pueden usar las 13 semanas flexibles restantes de cada progenitor.

Esta estructura abre una posibilidad que antes era inalcanzable. Si una familia opta por disfrutar de estas semanas de forma sucesiva, la organización del cuidado podría ser la siguiente: las 19 semanas de un progenitor (6 obligatorias + 13 flexibles) seguidas de las 13 semanas flexibles del otro. De esta forma, se puede garantizar la presencia continua de un cuidador principal en casa durante un total de 32 semanas. ¡Esto es más de 7 meses de cuidado familiar ininterrumpido!

Este avance es de una enorme importancia práctica. Permite a las familias organizar el cuidado para superar la barrera de los 6 meses, alineándose mucho mejor con la recomendación de la OMS sobre lactancia y asegurando que el bebé esté con sus figuras de apego principales durante una etapa crucial de su desarrollo.

El siguiente gran salto debe ser aumentar la duración de los permisos para que, con este mismo diseño flexible, podamos acercarnos a cubrir el primer año de vida completo.

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Nuestro compromiso continúa

Desde FEDALMA, valoramos el diálogo y reconocemos el esfuerzo tras esta reforma. La mejora para las familias monomarentales y, especialmente, un diseño que permite más de 7 meses de cuidado continuo, son logros muy importantes.

No obstante, seguiremos alzando la voz. Continuaremos trabajando para que la sociedad y las instituciones entiendan que invertir en permisos de 26 semanas —que con el diseño actual permitirían cubrir más de 10 meses de crianza— no es un gasto, sino la mejor inversión en salud pública, en igualdad y en el futuro de nuestra infancia.


Ante cualquier petición, duda o sugerencia no dudéis en escribirnos al número 614358048 o al correo de la federación: contacta@fedalma.org

¡Muchas gracias por estar, por seguir y por creer!

Maquetación edición: María Bailén Fuentes.