Karen Ramírez, Fonoaudióloga

Karen Eliana Ramírez participa en el XIII Congreso FEDALMA dentro de la Mesa Redonda «¿Pueden ayudar otros profesionales?». Su ponencia trata de la  «Presentación del estudio: proyecto de innovación social desde la fonoaudiología».

“Haber lactando favorece el desarrollo del aprendizaje, el lenguaje y la cognición, gracias a los diferentes componentes de la leche humana”

Karen Eliana Ramírez Gómez es Fonoaudióloga por la Universidad Nacional de Colombia y diplomada en Lenguas y Literatura en Educación Inicial. Es miembro de los grupos de investigación ‘Oralidad, Escritura y otros Lenguajes’ y ‘Cognición y Lenguaje en la infancia’ en su universidad, ha desarrollado varios proyectos sociales (entre ellos uno de promoción de la lactancia humana) y cuenta con publicaciones académicas en el área del desarrollo oromotor.

karen ramirez

Entrevista

¿En qué consiste el proyecto que dará a conocer en el Congreso Fedalma 2016?

La idea de crear actividades y ejercer funciones de consejería en lactancia humana en el contexto comunitario surge de las experiencias previas en el hacer profesional de la Fonoaudiología en la Universidad Nacional de Colombia, en el ámbito hospitalario. En 2014 se presentó esta propuesta en la ‘Convocatoria Nacional de Extensión Solidaria para el Fortalecimiento de la Innovación Social en la Universidad Nacional de Colombia 2014’ y ganó, lo que da cuenta del interés de entes académicos y políticos nacionales por velar por la protección de la lactancia materna. El objetivo general es crear espacios de consejería y apoyo, así como del desarrollo comunicativo de los niños hasta seis meses, mujeres gestantes en el último trimestre y mujeres lactantes.

¿Qué relación tiene el trabajo del fonoaudiólogo (en España, logopeda) con la lactancia materna?

Las funciones profesionales involucran evaluación, intervención, consejería individual y grupal, promoción y prevención. El trabajo desarrollado involucra las áreas de conocimiento desde la comunicación, el desarrollo motriz oral y en educación en salud.

¿Tiene incidencia haber o no lactado con el desarrollo del lenguaje?

Haber lactando favorece el desarrollo del aprendizaje, el lenguaje y la cognición, gracias a los diferentes componentes de la leche humana. Este proceso se relaciona además con el desarrollo del habla, específicamente en los procesos sensoriomotores de la alimentación.

¿Es el fonoaudiólogo un profesional que hay que tener en cuenta ante determinados problemas de la lactancia?

Sí, puesto que por sus conocimientos es un profesional especializado en la atención de sensibilidad oral, cardiopatías, malformaciones craneofaciales, alteraciones respiratorias, defectos anatómicos adquiridos, defectos neurológicos, síndromes, dificultades en succión y deglución, prematurez, relactación e implementación de instrumentos de alimentación para favorecer la abalactación, entre otros.

¿De dónde viene su interés por la lactancia materna?

De mi inclinación frente al trabajo en torno al desarrollo infantil, los procesos de alimentación, la motricidad oral, los procesos de desarrollo humano y en pro de la reivindicación de lo femenino desde el empoderamiento y las intervenciones socioculturales.

¿Qué otras áreas abarcan sus proyectos actuales?

Mis proyectos actuales involucran temas diversos, desde la educación inclusiva, la cualificación educativa, y las construcciones académicas desde la lactancia humana; el desarrollo humano y el buen vivir.

Mariona Visa, Comunicación Audiovisual

Mariona Visa participa en el XIII Congreso FEDALMA dentro de la Mesa Redonda «La mujer lactante hoy». Su ponencia trata de «La representación de la mujer lactante en la ficción cinematográfica y televisiva».

“La representación de dar de mamar a un niño mayor de un año está muy relacionado con caracterizarlo como niño malcriado”
“La representación de la madre lactante tiene connotaciones eróticas y humorísticas”

Mariona Visa Barbosa, Doctora en Comunicación audiovisual por la Universitat de Lleida y licenciada en Comunicación audiovisual por la Pompeu Fabra (Barcelona), es profesora en el Grado de Comunicación y Periodismo Audiovisuals de la UdL. Entre sus publicaciones, destacan ‘Madres en red. Del lavadero a la blogosfera’ (coautora) y ‘Padres y madres en serie. Representaciones de la parentalidad en la ficción televisiva’ (coordinadora). Cuenta con numerosas publicaciones en revistas académicas y se centra en la representación de la parentalidad en los medios, la fotografía familiar y en las redes sociales. Madre de dos hijos amamantados.

mariona visa

Entrevista

En la mesa redonda en la que va a participar va a hablar de la representación de la mujer lactante en el cine y la televisión. ¿Cuál será la idea principal?

La conferencia analiza la representación de lactancia materna y en el cine, pero da pie a hablar de las series, porque últimamente tenemos muchos ejemplos. Lo que quiero poner sobre la mesa es qué connotaciones tienen las mujeres lactantes en los medios: eróticas, humorísticas… Es decir, de qué va acompañado en el contexto de la escena. He analizado 20 películas para este artículo y una de las conclusiones es que suele ir asociado a connotaciones eróticas y humorísticas. También hablaré de qué informaciones se dan en series y películas, entendiendo que no son divulgativas y no es su labor, pero sí si es acertada o si tiene que ver con mitos de la lactancia. Por ejemplo, en ‘Cría cuervos’, de Carlos Saura, una actriz dice que no pudo dar pecho porque tenía pechos pequeños, lo que sabemos que no es cierto. Además, tenía mucho interés en ver en qué ocasiones se veían madres alimentando a niños de más de un año de edad. Hay muy poco publicado sobre lactancia y medios, hay más sobre maternidad, que suele presentarse como una alegoría o una metáfora, no de forma cotidiana. Las mujeres estamos poco representadas en el cine y si lo estamos, nos muestran muy jóvenes y sin ser protagonistas; la maternidad se enseña siempre de forma secundaria, en escenas muy concretas.

¿Ha ido evolucionando la manera de representar a la mujer madre en cine y televisión en los últimos tiempos?

La primera que he analizado es ‘Amarcord’, de Federico Fellini (1973). En ella sale un niño de siete años que toma el pecho de estanquera, voluptuosa, con mucha carga erótica. Actualmente sí que hay más cotidianidad, sobre todo en las series, pero son muy pocas las que traten el tema con normalidad. Las que lo hacen es porque están pensadas para un determinado público, como ‘Un feliz acontecimiento’, una película francesa de 2011, pero no son las más taquilleras. Hay un ‘blockbuster’ americano en la que un adolescente le dice a una mujer que está amamantando: “Tápate las tetas que no estamos en África”.

¿En qué momento se interesa por estos aspectos en sus investigaciones y por qué?

Soy profesora universitaria y trabajo sobre la representación de la familia en los medios. Mi tesis fue sobre la fotografía familiar y, después, fui madre y vi que la maternidad real estaba muy mal publicitada y representada, que no era la que me habían vendido los medios. Fue a raíz del tema que me propuso Oro blanco para el congreso de Fedalma, que quiero convertir en un artículo. Lo que se ve ahora mismo, como en ‘Juego de Tronos’ o ‘Weeds’ es que dar de mamara un niño mayor de un año está muy relacionado a caracterizarlo como niño malcriado, déspota y al que los padres le permiten todo. Por ejemplo, ‘The Slap’ habla también de este tema, pues trata cómo ven a un niño los diferentes miembros de la familia.

¿Afectan estas representaciones a cómo las mujeres se ven a sí mismas?

Sí, porque los medios legitiman situaciones y proponen nuevas. Si una madre es lactante y ve en el cine situaciones cotidianas para ellas, va a sentirse bien y va a ver que es normal en la sociedad. En ese sentido digo que los medios legitiman. Además, crean estereotipos para madres que no son madres pero que quizá lo serán y para el público masculino, que será padre y lo verá natural.

Partiendo de que el cine y las series son ficción, sin finalidad divulgativa, ¿qué se podría mejorar?

Los medios de comunicación que hacen Periodismo tienen que ser rigurosos. Se dice que el Periodismo no tiene la culpa de cómo es el mundo pero sí de cómo se representa. La ficción es representación y puede explicar situaciones diversas, no es que sean rigurosas, es que de tantas que se hacen, en casi todas encontramos tópicos y vinculación al erotismo, al humor y a madre que malcrían. Habría que ver estadísticas, pero si tantas inciden en tópicos y mitos a lo mejor es que es lo que hay en la sociedad. Además, se asocia siempre a situaciones rocambolescas, como cuando en ‘Weeds’ una madre que tiene leche acumulada en el pecho le pide a un compañero, con el que había una tensión sexual no resuelta, que succione.

Acaba de publicar ‘Padres y madres en serie’. ¿Hay menciones a esta cuestión?

Se trata poco y no se le dedica un capítulo de un libro. ‘Padres y madres en serie’ recoge 20 series y en algunas se habla de ellas. Por ejemplo, cuando hablo de ‘Breaking Bad’ hablo de la lactancia de la protagonista. En dos o tres se menciona, como en ‘Los Soprano’. De forma tangencial acaba saliendo porque últimamente hay más series y más personajes. Sin embargo, el anterior (‘Madres en red’) sí que habla más de lactancia y, en concreto, de cómo los medios tratan las diferente etapas de la maternidad, el embarazado y la crianza.

Rosario «Charo» Sánchez-Escalonilla, Enfermera

Charo Sánchez-Escalonilla participa en el XIII Congreso FEDALMA dentro de la Mesa Redonda «Manos Amigas». Su ponencia trata del «Abuelas: del biberón a la lactancia».

“Las abuelas son objeto fundamental en la lactancia”

Rosario Sánchez Escalonilla González es enfermera y diplomada superior de Gestión de los Servicios de Enfermería en Atención Primaria por la Escuela Nacional de Salud. En relación con la lactancia materna, fue consultora certificada (IBCLC) hasta octubre de 2015, responsable del grupo de lactancia de la zona de salud de Fuensalida desde 1998 (en Fase 3D IHAN), miembro de la Comisión de Lactancia Materna del área de Atención Primaria de Toledo y responsable de la Comisión de Lactancia Materna de Fuensalida.

charo sanchez-escalonilla

Entrevista

Participará en una mesa redonda llamada ‘manos amigas’ y se centrará en las abuelas que en su día seguramente dieron leche de fórmula y ahora son un referente para sus hijas y nueras. ¿Qué situaciones se dan con estas personas?

Son las mujeres de mi época, que todavía sigue coleando, y tengo que decir que entonces ni como mujer ni como profesional me enseñaron nada. Pasé todas las calamidades cuando di a luz a mis tres hijos. En el 81, 82 y 86 yo había terminado ya la carrera hacía unos años y no me enseñaron nada, por lo que estaba expuesta a lo que me enseñaran las profesionales, que tampoco sabían nada. Y no las culpo, era lo que había. Sangrado, molestias, inflamaciones, grietas y la poca baja que había, y te decían además que había que sufrir mucho. Siendo profesional, llegué a Atención Primaria y a Pediatría con los mismos conocimientos, había leído algún libro, que había pocos y poco profesionales. Empecé creyendo que era fácil y, como soy muy ‘cabezona’, me puse a estudiar. Aprendí gracias a que había mujeres generosas y a que había un grupo de referencia que era la Liga de la Leche; después, con mucha tenacidad fui metiéndome en este mundo. Todavía somos escasas y raras y he visto a muchas abuelas que no han hecho este recorrido y siguen con su experiencia que teníamos la mayoría, por lo que de pronto te encuentras con que no saben cómo ayudar y lo que hacen es consolar a sus hijas, diciendo que el biberón es maravilloso. Hay pocas abuelas que hayan hecho este recorrido, con lo cual he intentado desde la consulta ‘enganchar’ a estas abuelas y meterlas en el grupo para decirles que son tan importantes que sus hijas las necesitan. Son objeto fundamental en la lactancia. La madre y la suegra van a decir lo que ellas consideran normal, que es que el bibe es maravilloso y así no sufren. He visto fundamentalmente dos modelos: las que van a intentar ayudar con sus conocimientos y las que van a dejar que sus hijas exploren. Tenemos que meter a toda la familia en el tema, la mujer no puede quedarse sola.

¿Cómo es la relación entre abuelas y madres en ese sentido? ¿Cómo se siente cada una?

Es muy delicado, porque siempre partimos de “yo sé más que tú” y “yo te he criado y mira qué maja que estás”. Es una especie de aval, porque se sienten inferiores al no haber sabido. Hay mucho dolor que no se expresa y nadie reconoce que fue porque no tuvo apoyo sino porque era lo que había que hacer. A veces se respaldan en eso en la manada. Cuesta que se expresen, hay mucho dolor si la hija dice “déjame que lo hago como yo quiero”, y busca apoyos en otras partes. Muchas abuelas se plantean que esto de la lactancia es una modernidad y que su hija se cree que sabe más que ella… Ahí hay mucho dolor que se debería reconciliar en la preparación previa al parto, donde pocas veces se incluye a las abuelas: está el padre pero no el resto de la familia. Los abuelos no opinan porque no saben, el abuelo da por bueno lo que diga la hija, no es un tema que les afecte y, de hechos, no recuerdo ningún caso donde el abuelo se haya entrometido; pero las abuelas, desde el dolor y la sabiduría, imponen su criterio y cuesta trabajo que saquen la parte de dolor de no haber podido aprovechar ese momento.

De enseñar a dar el pecho de generación en generación a perpetuadoras de mitos. ¿Es así?

Cuando las abuelas son bastante mayores, si son bisabuelas, hay todavía recuerdos. Muchas madres de ahora se apoyan en la calle con gente así, muy mayor. Las abuelas de mi época intentan seguir imponiendo este criterio, en otros temas a lo mejor se han actualizado (los ordenadores, por ejemplo) pero no en lactancia. Hay mucho dolor de lo perdido porque muchas mujeres no demuestran eso que les ha producido ese molestar, sino que se agarran a lo que tenían: no tenía leche, se quedaba sin hambre… Pocas veces exteriorizan sus verdaderos sentimientos. Las mujeres tenemos que empezar a salir del armario, igual que otras cuestiones se ha salido, porque ese dolor de la mujer que no llega a conseguirlo también tiene que verse. Muy pocas tienen convencimiento a la hora de dejarlo, sino que la mayoría se ven abocadas, sin apoyo.

¿Qué puede hacerse para que esto no suponga un impedimento para la lactancia materna?

Hay algo que me funcionó muy bien, pero que lo dejé por tiempo: en las primeras visitas en casa, donde estaba todo el mundo, aprovechaba para una tertulia y para que cada uno viera su rol. A lo mejor no es estar sentada y coger al niño, sino hacer la comida, por ejemplo. Una madre lactante nunca ordena nada, si puede lo hará ella pero no mandará a nadie y esto tiene como consecuencia que nadie sabe qué hacer, así que todo el mundo quiere coger al niño. Ir a casa y repartir los roles es importante, y asistir a una clase de preparación al parto o a una de las consultas. Invitarlas viene genial, pero si están es mucho mejor porque ahí ves los conflictos y observas cómo se comporta, explicas cómo ayudar, la implicas de alguna manera… Una mujer no puede criar sola a un bebé. Necesita de la ayuda social, porque criar es muy complicado, no es sencillo y si no tenemos apoyo es fácil que caigamos. El grupo que va a estar próximo el tiempo que sea tiene que tener unos conocimientos comunes y respetar y apoyar a la madre.

Acaba de jubilarse, ¿seguirá vinculada a la promoción de la lactancia materna?

Creo que quien ha cogido mi sitio tiene que tener un tiempo y no quiero interferir, pero voy al grupo algunos jueves, me mandan casos excepcionales y vienen a casa y yo les atiendo; seguimos en contacto, por supuesto. Sigo interesada en la acreditación de la IHAN porque me quedé a las puertas, con la documentación de la fase 4 a la espera de que vayan a evaluarlo. Tengo ilusión por ver cómo se resuelve. Independientemente de la satisfacción de lo hecho, me gusta que lo que se está haciendo se vea. Y de este modo te comprometes a seguir actualizado, no solo unos profesionales sino todo el equipo, lo cual hace que todos participen, como en una familia.

¿Qué opina del congreso?

Me parece que participará gente muy interesante y creo que voy a aprender mucho. Si las madres están informadas, es positivo. Quiero recordar que no se puede hacer nada para las madres sin las madres.

José Luis García Morales, Fisioterapeuta

José Luis García Morales participa en el XIII Congreso FEDALMA dentro de la Mesa Redonda «¿Pueden ayudar otros profesionales?». Su ponencia trata de «Fisioterapia y osteopatía en lactancia materna».

“Los bebés no son adultos pequeños”

José Luis García desde 2005 ejerce como fisioterapeuta y osteópata pediátrico en consulta privada, en el Centro Aúpale (San Sebastián de los Reyes). Tiene una amplia experiencia profesional como fisioterapeuta de Educación Especial y Atención Temprana. Es profesor titular en el Máster de Especialista Universitario en Osteopatía Infantil por la Universidad Atlántica de Lisboa y experto en fisioterapia respiratoria (en este aspecto, ha desarrollado el ‘método de fisioterapia respiratoria pediátrica sin llanto’). Es padre de dos hijos.

jose luis garcia

Entrevista

El XII Congreso Fedalma busca, con una mesa redonda, ver cómo otros profesionales distintos de los más habituales en su relación con la madre y el bebé pueden realizar aportaciones al éxito de la lactancia materna. ¿En qué sentido pueden ayudar la Fisioterapia y la Osteopatía?

Desde la Fisioterapia y Osteopatía se consigue dar movilidad y flexibilidad a los segmentos corporales que se vean restringidos de movimiento, ya sea por las tensiones producidas durante el proceso del parto, o bien compresiones en estructuras anatómicas necesarias para el movimiento de la lengua y mandíbula, etcétera.

En concreto, ¿qué problemas relacionados con la lactancia aborda la Fisioterapia y con qué técnicas o instrumentos los trata?

Los instrumentos que se utilizan son las manos del fisioterapeuta y las de la mamá o papá en caso de que se enseñe algún ejercicio para hacer en casa. Los principales problemas que se ven son de agarre, succión y deglución en el bebé; pero también se trabaja el estrés y la ansiedad de la mamá mediante, por ejemplo, técnicas de relajación.

¿Es conocida esta posibilidad entre las familias? ¿Aprecia un aumento de consultas en este sentido en los últimos años?

No, definitivamente no es nada conocido, es algo muy nuevo, que estamos haciendo muy pocos y desde hace muy poco tiempo. En nuestro caso cada vez es más conocida porque estamos en contacto con distintos grupos de apoyo a la lactancia, pediatras, matronas, etcétera.

¿Y entre los fisioterapeutas? ¿Tienen formación o interés en formarse en lactancia materna? ¿Cómo lo valora?

La verdad, no hay formación en lactancia desde la Fisioterapia. Veo en mis clases que los alumnos no saben nada de lactancia materna, a menos que además de fisioterapeutas sean mamás lactantes. La especialidad de Fisioterapia pediátrica está más enfocada al niño con patología neurológica y respiratoria, al igual que la especialidad de Fisioterapia uroginecológica y obstétrica está pensada para las patologías de la mujer.

Ya no solo en cuanto a la lactancia, sino durante el embarazo y el postparto ¿puede el fisioterapeuta convertirse en un aliado de la mujer? ¿En qué sentido?

Dentro de la Fisioterapia, existe la especialidad de Fisioterapia en uroginecología y obstetricia, donde el fisioterapeuta es un pilar fundamental en la salud de la mujer, ayudando en la preparación física para el parto, aliviando las dolencias durante el embarazo y, tras el parto, en la recuperación por ejemplo del suelo pélvico y la musculatura abdominal.

Si bien la Fisioterapia está reconocida y aceptada en nuestro país, no ocurre igual con la Osteopatía. ¿Cómo diferenciar un buen profesional de aquel que no lo es y no caer en engaños?

Efectivamente, al contrario de la Fisioterapia, actualmente la Osteopatía no está reconocida por ningún organismo oficial en España, pero no es así en otros países. De esta forma, aquí cualquiera puede declararse osteópata, independientemente de que haya completado una formación de un mes, de cinco años o incluso ninguna formación de Osteopatía. Para asegurar calidad en el tratamiento de Osteopatía, se debería acudir al único profesional sanitario capacitado para llevar a cabo ese trabajo, y ese profesional es un fisioterapeuta que, además, en su formación de postgrado haya estudiado Osteopatía. Pero de igual forma ocurre dentro de la propia Fisioterapia: no debería tratar niños ni bebés ningún fisioterapeuta que no esté formado en Fisioterapia pediátrica. Los bebés no son adultos pequeños.

Juan José Lasarte, Pediatra

Juan José Lasarte participa en el XIII Congreso FEDALMA dentro de la Mesa Redonda «Manos Amigas». Su ponencia trata del «Apoyo a la lactancia materna desde atención primaria».

“El contacto directo con los pacientes en las consultas mejora mucho el aprendizaje de los médicos en formación”
“Cada vez hay más profesionales sensibilizados con la lactancia”

Juan José Lasarte Velillas es pediatra en el CS Torre Ramona (Zaragoza), profesor asociado de Pediatría en el Departamento de Radiología y Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza y director de la página web de la IHAN. Fue miembro del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (AEP), coordinador y tutor de formación de profesionales sanitarios, ponente moderador en mesas redondas y reuniones científicas, profesor y director de cursos de formación para profesionales y autor de capítulos de libros y de publicaciones en revistas.

jj lasarte

Entrevista

Estará usted en el XIII Congreso de Fedalma, dentro de una mesa redonda llamada ‘Manos amigas’, para hablar de cómo apoyar la lactancia materna desde Atención Primaria. ¿Cuál es la idea principal que quiere transmitir?

La importancia de los profesionales sanitarios en el apoyo a la lactancia. Lo que podemos hacer y también nuestras limitaciones.

Es usted profesor de Pediatría y tutor de formación continuada a sanitarios. ¿Con qué conocimientos parten los especialistas? ¿Son suficientes?

Suficientes no son ni para los que llevamos años en esto, porque los conocimientos crecen a un ritmo vertiginoso. No obstante, los estudiantes cada vez están mejor preparados y también los médicos y enfermeras en formación (MIR y EIR). Ahora los estudiantes de Medicina tienen un año y medio de prácticas antes de terminar su formación y pueden tener contacto directo con los pacientes en nuestras consultas. Eso mejora mucho su aprendizaje.

¿Qué habría que mejorar en Atención Primaria para conseguir lactancias más exitosas? ¿Qué se está haciendo bien?

Soy optimista. Cada vez hay más profesionales sensibilizados con este tema y cada vez hay más talleres en centros de salud. Sin duda, emprender el camino para ser centro IHAN es garantía de calidad.

Es asimismo director de la web de la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN), ¿puede explicar brevemente en qué consiste esta acreditación? Hay más de 80 hospitales y más de 80 centros de salud en distintas fases, pero muy pocos acreditados, ¿a qué se debe?

La acreditación IHAN es un proceso largo y laborioso, por eso ahora se realiza en fases, para poder conseguir objetivos intermedios poco a poco. La primera fase es gratuita, sencilla de realizar, pero requiere el compromiso de la administración (cosa que no ocurre en todas las comunidades autónomas). Durante las fases siguientes se elaboran los materiales, los planes de aplicación y coordinación y, finalmente, se pone en marcha todo el sistema.

La IHAN también ofrece cursos de formación en lactancia, ¿a quiénes están llegando? ¿Qué otras demandas hay por parte de la sociedad y los sanitarios?

IHAN solamente organiza cursos para profesionales sanitarios. IHAN no trabaja con madres aunque a ellas van dirigido todo nuestro esfuerzo. Además de los cursos que hacemos a petición de los Servicios de salud de las comunidades autónomas o centros sanitarios, se programan otros con fondos de convenios establecidos con el Ministerio de Sanidad. Todos los años hay un curso de formación de formadores que se realiza en dos fases, otro para EIR y otro para MIR (este último ya va por su novena edición) y todos son presenciales.

Carmela Baeza, Medico de familia e IBCLC

Carmela Baeza participa en el XIII Congreso FEDALMA. A su cargo está la Conferencia «Mastitis y dolor en el pecho. ¿Cómo actuar?».

“El tratamiento de la mastitis es que el bebé mame más, con una succión frecuente y eficaz”

Trabaja como médico de familia en el centro de atención a la familia Raíces (donde también dirige el área de lactancia) y es IBCLC. Desde hace 12 años atiende en consulta a madres y bebés con dificultades en la lactancia. También dirige y participa en cursos de formación para profesionales de la salud. Forma parte del equipo de evaluadores de la Iniciativa Hospital Amigo de los Niños (IHAN). Asimismo, es autora del libro sobre crianza ‘Amar con los brazos abiertos’ y ha escrito diversos artículos en revistas como ‘Tu bebé’ y ‘Hacer familia’. Figura como ponente habitual en congresos y conferencias de lactancia. Madre de cuatro hijos.

carmela baeza

Entrevista

Va a ofrecer pautas sobre cómo actuar en caso de mastitis y/o dolor en el pecho. ¿Es algo frecuente entre las madres que amamantan?

Sí, por desgracia es una condición bastante frecuente, y en su mayor parte se debe a un manejo inadecuado de la lactancia… Generalmente, a que el pecho no es drenado de forma eficaz.

¿Qué nos debe poner sobre aviso para consultar con un especialista?

Nos debe poner sobre aviso notar una zona caliente, dolorosa, a veces enrojecida, en alguna de las dos mamas. Esto puede ir acompañado por fiebre y sensación como de tener una gripe, es decir, un malestar grande. De entrada, cuando se empiezan a notar estas molestias, no es necesario acudir a un especialista. Es necesario poner al bebé en el pecho dolorido con más frecuencia para que saque bien la leche. La madre debe estar, por tanto, tranquila, a ser posible en la cama con su bebé, beber buena cantidad de líquido, y ofrecer lactancia con frecuencia. Ése es el tratamiento de la mastitis. Si la madre sigue con fiebre más de 12 horas y no nota que va mejorando aunque el bebé le vacíe el pecho bien, entonces debe acudir a su médico.

Antibióticos, probióticos, cultivos de leche… ¿cuándo es necesario recurrir a ellos?

En la mastitis aguda es necesario recurrir a los antibióticos cuando la fiebre y el malestar no mejoran en 12-24 horas aunque el bebé (o la madre con extracción) esté vaciando bien el pecho. Los probióticos no tienen ninguna eficacia demostrada en el tratamiento de la mastitis aguda. Los cultivos se deben solicitar sólo si la mastitis es recurrente, muy grave o adquirida en el hospital.

¿Las mastitis pueden ser recurrentes? ¿Por qué causas se repetirían?

La primera causa de mastitis recurrente es que no se solucione el problema de base. Si un bebé está mamando con un agarre inadecuado y, por tanto, no drena bien el pecho, la madre puede tener mastitis de repetición y, por muchos medicamentos que le demos, mientras no se corrija el agarre seguirá teniendo problemas.

Una de las recomendaciones que dan algunos profesionales ante una mastitis es destetar, pero sabemos que es contraproducente. ¿Por qué?

¡Porque el tratamiento de la mastitis es que el bebé mame más!

¿Conocen suficientemente bien estas cuestiones los médicos de familia, las enfermeras o los ginecólogos, o necesitarían mayor formación?

En mi experiencia, necesitan más formación. Por desgracia, me llegan madres con tratamientos totalmente inadecuados que perpetúan su dolor y hacen que tengan recurrencias.

¿Qué ayuda se puede dar en un grupo de apoyo en estas circunstancias cuando es principalmente un problema médico?

El grupo de apoyo es esencial en dar apoyo emocional a estas madres, y en recordarles que el tratamiento básico y necesario de las mastitis de cualquier tipo es que el bebé haga una succión frecuente y eficaz.

¿Ponen las mastitis contra las cuerdas a las madres, pueden forzar un destete, se añaden a los factores que hacen mella en las mujeres lactantes?

Las mastitis ponen contra las cuerdas a las madres cuando reciben información contradictoria y tratamientos inadecuados que hacen que las situaciones de dolor se prolonguen en el tiempo.

Este tema, como otros médicos, ¿se encuentran tratados en su libro sobre crianza ‘Amar con los brazos abiertos’?

El tema de las mastitis no se trata en el libro, que habla más de aspectos emocionales… Sí recoge la importancia de una buena postura y un buen agarre, y sugerencias para conseguirlos. Cuando hay un buen agarre (sin dolor, sin grietas, el bebé engordando bien) el riesgo de mastitis es mucho menor. Sobre mastitis en concreto he publicado una monografía clínica y dos artículos científicos.

Baeza C. Dolor en la mama lactante: claves etiológicas y manejo clínico (I) en Monografías Clínicas en Lactancia Materna. Madrid: Centro Raíces 2015, p.3-13 http://www.centroraices.com/docs/MONOGRAFIA%20CLINICA%20RAICES%201%20-%20DOLOR%20MAMA%20%28I%29.pdf

Baeza C. Acute, Subclinical, and Subacute Mastitis: Definitions, Etiology, and Clinical Management. Clinical Lactation, Volume 7, Number 1, 2016, pp. 7-10(4)
http://www.ingentaconnect.com/content/springer/clac/2016/00000007/00000001/art00002

Baeza C. Chronic Mastitis, Mastalgia, and Breast Pain: A Narrative Review of Definitions, Bacteriological Findings, and Clinical Management. Clinical Lactation, Volume 7, Number 1, 2016, pp. 11-17(7)
http://www.ingentaconnect.com/content/springer/clac/2016/00000007/00000001/art00003

Entrevista a Diego Hernández, Neonatólogo

Diego Hernández participa en el XIII Congreso FEDALMA 2016. A su cargo está la Conferencia «Epigenética y lactancia materna, el mejor inicio para cambiar el mundo».

“La lactancia materna puede influir no solo en el presente, sino en el futuro de la salud de nuestros hijos”

Neonatólogo del Hospital General de Collado-Villalba (Madrid). Ha desarrollado parte de su carrera profesional en el Hospital General Universitario de Ciudad Real (HGRCR), tiempo durante el cual se convirtió en colaborador del grupo de apoyo a la lactancia materna de Oro Blanco Ciudad Real y participó en diversas ponencias y encuentros.

diego hernandez

Entrevista

Epigenética, un concepto bastante desconocido. ¿Qué significa?

Es un concepto antiguo que ha retomado fuerza en los últimos años. Se refiere a la parte de los genes que es posible que se modifiquen por distintas circunstancias: el medio ambiente, la alimentación, el clima, el lugar donde se vive… Estos factores tienen impacto sobre los genes y son capaces de modificar esa información que pensábamos que era invariable: nuestro mapa genético.

¿Qué papel juega ahí la lactancia materna?

Es uno de esos factores que puede modificar dichos genes. Es una de las intervenciones alimentarias (y no solo alimentaria, sino como modo de crianza y relación con nuestros hijos) que sabemos que puede impactar no solo en el presente de la salud de nuestros hijos sino en su salud futura a base de modificar la genética y que eso, a su vez, se transmita a siguientes generaciones.

Al ser la pauta natural, ¿el impacto sería cambiarlo?

La lactancia materna sería la norma y aquellas generaciones que han estado sometidas a otro alimento son las que se ven afectadas por esos cambios genéticos. Recuperar la lactancia materna de manera predominante es lo que volvería a promover cambios en la genética. En mi campo, que es la salud humana, redundaría en una mejor salud.

Supongo que estos efectos se ven a largo plazo, ¿son ya palpables esos efectos o aún no?

A lo largo de la vida de una persona ya se pueden ver cambios epigenéticos. Si un bebé toma desde el inicio leche de fórmula, puede hacer que tenga más apetencia por la comida más azucarada. Esos genes se pueden alterar y hacerle más propenso al sobrepeso o con mayor apetencia por los dulces. Como ha modificado esa información genética con esa predisposición, lo transmitirá a su descendencia. Se puede cerrar un ciclo de transmisión de información que no es conveniente en ese caso, si tomamos el mal ejemplo. Mirándolo por el lado positivo, si recuperamos la lactancia materna el cambio sería al revés.

Fue Oro blanco quien le propuso abordar este tema. ¿Qué conocimiento tenía previamente?

Nunca había profundizado en el tema por la complejidad y porque a priori se conocía poco. El interés me venía desde hacía tiempo, pero, al no ser directamente aplicable a mi trabajo, lo había dejado de lado. Mientras tanto, me he preocupado por promover actitudes saludables sin pensar en el impacto que podía tener sobre la genética. Oro Blanco me planteó este tema coincidiendo con un curso al que asistí y a partir de ahí fui profundizando: es impresionante ver cómo ciertas cosas impactan no solo en la superficie sino la impronta que dejan en lo más profundo, que es la información genética.

¿Es este un argumento para seguir promocionando la lactancia materna?

Es un argumento de peso. Pensar que las intervenciones que hagamos no solo tienen un impacto individual y presente, sino que estamos modificando probablemente lo que va a pasar en el futuro con nuestra sociedad y con los individuos. Es un argumento para seguir en ese camino, para seguir apoyando factores saludables como el inicio de una alimentación con lactancia materna exclusiva.

Entre los profesionales, ¿hay formación en este sentido?

Nos suena muy de lejos. La formación en lactancia en general en el personal sanitario es desgraciadamente todavía escasa. Parece haber un interés, pero es superficial, está ahí pero poco se atreven a profundizar. Sin embargo, es una parte fundamental para poder modificar nuestras conductas como profesionales, pasar por una formación uniforme en la que todos hablemos el mismo idioma y no confundamos a las familias. Hay que trabajar en la misma línea, con la evidencia científica que nos respalda y que permite que todos podamos hacer las mismas recomendaciones. El estilo lo pone cada uno, pero las recomendaciones están claras. Afortunadamente, sí que hay un interés creciente y mucha gente está dedicando tiempo a mejorar la formación de quienes trabajan en salud. Queda un largo recorrido.

Pasó un tiempo en Ciudad Real y aprovechó para colaborar con Oro blanco. ¿Qué balance hace de ese periodo?

Estuve más de seis años en Ciudad Real. En líneas generales, el balance fue muy positivo. En cuanto al desarrollo profesional, me afiancé como pediatra dedicado a la lactancia y parte importante de poder dar ese salto fue encontrar el grupo y tener el ‘feedback’ de las madres, que me contaban cómo se sentían tratadas por los profesionales. Fue una experiencia bonita y permitió que me desarrollara y avanzara, además de intentar cambiar algunas cosas en el hospital, pero también fue un camino plagado de dificultades: el escepticismo, las viejas costumbres, las influencias comerciales… Había mucho trabajo por hacer cuando yo me fui. También me quedo con que muchos compañeros se contagiaron del entusiasmo por cambiar las cosas y me consta que sigue intentando poco a poco, dentro de sus posibilidades, hacer bien a la lactancia y a las madres. Sin duda, como en muchas otras partes, el apoyo tiene que ser más uniforme y constante. Encontrar el grupo fue un descubrimiento porque antes no había trabajado con ellos y me pareció una manera maravillosa de estar con la gente y recibir tanto críticas constructivas como cariño por las cosas bien hechas. Es un movimiento con fuerza y entusiasmo, con ganas de hacer cosas y de hacerlas bien. Me llevé grandes amigos.

Ahora está en Villalba, en un hospital de nueva creación. ¿Es más fácil implantar estas rutinas al empezar desde cero?

Sí. Una de las cosas que más me costaba era luchar con rutinas establecidas y empezar un hospital desde cero, con gente joven, bien formada y con ilusión de hacer bien las cosas, está suponiendo que establecer rutinas sea más sencillo que en otros sitios. También es cierto que vivimos un momento en que, afortunadamente, tenemos mucha evidencia que apoya nuestro trabajo. Uno de nuestros argumentos es que es más fácil empezar las cosas bien que cambiarlas después, y eso es algo que gusta mucho no solo a los pacientes, sino también a quien maneja los hospitales a nivel de gestión. Lo que invirtamos ahora en lactancia va a ser un ahorro futuro y es más barato que otras medidas hospitalarias. No nos está costando, por tanto, instalar rutinas favorables a la lactancia en el hospital.

¿Qué sentirá al regresar a Ciudad Real?

Estoy muy ilusionado de volver para reencontrarme con compañeros y amigos, así como disfrutar de un congreso que se está preparando con muchísima ilusión.

Entrevista a Irene Iglesias, Odontóloga

Irene Iglesias participa en el XIII Congreso FEDALMA dentro de la Mesa Redonda «¿Pueden ayudar otros profesionales?». Su ponencia trata de «Salud bucodental y lactancia».

“La lactancia materna es un acto fisiológico y, si se desarrolla con normalidad, no tiene la culpa de ninguna enfermedad”
“La lactancia de un año como mínimo reduce mucho las maloclusiones”

Irene Iglesias Rubio es Odontóloga por la Universidad Complutense de Madrid y creadora del blog evidientemente.wordpress.com. Máster en Implantología, posgrado en Cirugía Oral y varios cursos de especialización, entre ellos uno de odontología para bebés. Tiene consulta privada en Segovia (Eboca) y en Madrid (Entre mamás), y trabaja en el centro penitenciario de Segovia y es perito del Colegio Oficial de Odontólogos de Segovia. Colabora con la Fundación Odontología Solidaria. Su comunicación oral ‘Lactancia materna y caries’ fue premiada en el XI Congreso de Fedalma. Madre de dos hijos.

irene iglesias

Entrevista

¿Qué ideas clave va a exponer en la mesa redonda? ¿Cómo lo enfocará?

Incidiendo en que la mejor prevención de problemas de maloclusiones y de problemas de salud bucodental y de salud general es tener una lactancia lo más prolongada posible. Hay escasos estudios sobre la lactancia prolongada, porque en odontología se le llama ‘prolongada’ a más de un año y, si es nocturna, se considera hasta la erupción del primer diente. Es patético porque hay niños que nacen con dientes o a los que les salen a los cuatro meses. Así que las recomendaciones son malas. Hay que hacer caso de lo que dice la Organización Mundial de la Salud (OMS) y no estudios sin ninguna base. En todo caso, los estudios que hay dicen que la lactancia de mínimo un año reduce mucho las maloclusiones. En cuanto a las caries, la gente reconoce que no cepilla los dientes, así que se junta dos cosas: un problema la falta de higiene y la cantidad de hidratos y azúcar que comen los niños, que es muchísima.

¿Reciben los dentistas formación en lactancia materna?

Un minuto y medio en la carrera (bromea). Y en los másteres de Odontopediatría no lo sé seguro, pero según me cuentan, nada de nada. Se dice que la lactancia materna es lo mejor, y ya. Los dentistas se tienen que buscar la información por otros lados, porque no hay temario oficial que lo recoja.

¿Tienen interés los dentistas por esta información?

Hay una minoría muy bien formada y parte de ella empieza a dar clase en algunas universidades. Por ejemplo, Amparo Pérez, del máster de Odontopediatría en Murcia. También otros en el máster de Barcelona. Pero es algo muy excepcional. Hay mucho desconocimiento y, en particular, me alarma el de los dentistas de la Seguridad Social. La Seguridad Social no cubre los tratamientos pero sí la formación y la información, y eso es la salud. Si ello son tienen información y ven a un niño menor de tres años no saben qué hacerle, porque no tienen por qué ir antes. Eso es lo que me da mucha rabia. Algunas madres que damos lactancia materna solemos tener más conocimientos porque nos hemos informado más y sabemos dónde buscar, pero el común de los mortales…

Hace hincapié en la prevención. ¿Por qué?

La prevención es el método más barato, más indoloro y eficaz a largo plazo. Todos los demás tienen contraindicaciones y efectos secundarios, pero tener un conocimiento y aplicarlo el único coste que tiene es el aprendizaje para el que tiene que llevarlo a cabo. No hace falta una clínica con grandes medios; es suficiente con conocimientos, un cepillo de dientes y pasta y saberlo manejar. En realidad es labor de los higienistas dentales, pero no podemos hilar tan fino.

¿Cómo habría que cepillar los dientes de los niños?

Es importante tomar conciencia de que se cepillan desde que erupciona el primer diente, con flúor de mínimo 1.000 partes por millón. Lo normal es de 1.000 a 1.500, ésta especialmente a partir de los dos años. La labor del dentista es solo enseñar cómo limpiar. En pacientes de alto riesgo (oncológicos, por ejemplo, u otras enfermedades) pueden recomendarse hasta 5.000 partes por millón.

¿Cómo reciben estos consejos los padres de los pacientes que van a su consulta?

En mi caso, son muy abiertos. Al principio piensan que es muy difícil limpiarles los dientes a los niños, pero porque muchas veces no saben en qué posición hacerlo, no saben que pueden levantar el labio o en qué dirección hacerlo… Son ayudas que les vienen bien porque ven que no es tan complicado. Los niños pasan épocas en los que no se dejan, como no se dejan cambiar el pañal. Pues hay que probar con paciencia, por las buenas, distrayéndolo… pero al final es algo que hay que hacer. Si lo intentas 17 veces, te saldrá bien cuatro; si solo lo intentas cuatro, te saldrá bien media.

¿Qué parte de estas patologías se deben a la lactancia materna, al biberón o a otras cuestiones?

La lactancia materna es un acto fisiológico y, si se desarrolla con normalidad, no tiene la culpa de ninguna enfermedad, pero a veces me encuentro con madres que dan lactancia materna sin complicación pero también biberón, con leche materna o no, y me encuentro muchos problemas con ese biberón nocturno detrás del cual no hay cepillado: maloclusiones, caries, deglución atípica… También piensan que el biberón se debe dar a demanda y esto no es así: hay que dejarlo en el momento en que erupciona la primera muela. La lactancia materna, no. ¿Por qué? Porque no funcionan igual, no tienen nada que ver los movimientos de los músculos o de la mandíbula. Así que dejar el biberón hay que valorarlo desde que el bebé tiene la primera muela, porque ya puede beber de otra manera. También aparecen problemas por los sólidos. Algunos comen cosas muy blandas aunque sean sólidos, pero tengo que decir que lo que se aplasta con un dedo no favorece el crecimiento de los maxilares. Los niños que comen puré no mastican, claro, pero a veces los que se alimentan con Baby-Led Weaning (BLW) tampoco. Hay que insistir en que se vaya aumentando la consistencia de la comida. El primer día no le vas a dar una zanahoria cruda o un torrezno, pero cuando lo cogen hay que dejarles que tarden en comer, que mastiquen… Si se les da blando o en biberón porque se tiene prisa se les coarta la necesidad de crecimiento que tienen esos músculos, que necesitan tiempo y resistencia, como cuando se va al gimnasio.

¿Cómo llega a interesarse por la lactancia materna?

Porque la gente me preguntaba, ya que yo tenía bebés. Investigué a raíz del nacimiento de mi segunda hija. Mi niño vino al mundo por cesárea programada porque yo no sabía nada de nada y a la segunda vez ya me pregunté cosas, entre en El Parto es Nuestro… A mi hijo le di un año de teta porque tampoco me planteé otra cuestión y no había grupos de apoyo ni tanta información; mi pediatra se cargó mi lactancia con la recomendación de que primero le diera comida y luego el pecho. Con la niña aprendí y, cuando mis amigas y conocidas me empezaban a preguntar, empecé a estudiar. Al principio pensaba que era un error que mamara de noche, quería cepillarle después de cada toma pero con el tiempo vi que eso no tenía mucho sentido biológico. Así que hice todos los cursos que veía, leía todos los libros y todo lo que sale que me interesa.

¿Ve éxito en sus pacientes?

Por lo que me dicen, sí. Los padres ven que con el tiempo les pueden cepillar bien, que se les reducen las lesiones… Los consejos de salud son muy positivos, de cara a que los niños mantengan esa salud después.

Por tanto, ¿es el odontólogo un aliado?

Tenemos que ver a los dentistas como profesionales de la salud, es decir, ir cuando tenemos salud para no perderla. Cuando ya hay caries, agujeros, etcétera, es que ya hay un problema. Las patologías dentales son fácilmente prevenibles y baratas, por lo que lo primero es ver que somos profesionales de la salud, no de la enfermedad. Cuando nos llegan con enfermedades, podemos curar, pero curar siempre tiene efectos secundarios. Por ejemplo, aunque cures una muela, esa ya está tocada y tiene más predisposición a enfermar que una sana.

Entrevista a Francesca Llodrà, doctora en Derecho.

Francesca Llodrà participa en el XIII Congreso FEDALMA dentro de la Mesa Redonda «¿Qué hacer cuando no sale como esperábamos?». Su ponencia trata de «El deseo de lactar cuando la convivencia con el padre no es posible».

“Si no hay cultura de la maternidad ni de la lactancia en la sociedad, no cabe esperar que haya formación específica entre los abogados”
“Hay una visión misógina de la realidad”

Francesa Llodrà Grimalt es doctora en Derecho y profesora titular de Derecho Civil en la Universitat de les Illes Balears desde 2004. Ha participado con fotografías y comunicaciones en diversos eventos relacionados con la lactancia materna y, sobre este particular, ha escrito diversas publicaciones centradas en la defensa de la madre y el bebé lactantes en el Derecho. Madre lactante de un hijo y dos hijas.

francesca llodra

Entrevista

Su intervención en la mesa redonda ‘¿Qué hacer cuando no sale como esperábamos?’ llevará por título ‘El deseo de lactar cuando la convivencia con el padre no es posible’. ¿Es frecuente esta situación hoy en día?

Es frecuente en la medida en que la relación de pareja y la convivencia no sea posible. Por tanto, al ser la convivencia entre padre y madre libre, en la medida en que ésta se rompa, la Ley no prevé el derecho de lactar como derecho de la mujer; en cambio, sí se preocupa de los derechos del padre sobre su criatura (los frutos del cuerpo femenino), porque es obvio que el derecho de las leyes es masculino (de origen, de raíz, así fue pensado) y se toma como modelo para las soluciones legales el sujeto de cuerpo masculino.

¿Cuáles son las principales circunstancias familiares que llevan a esta situación?

En cualquier caso que, estando determinado legalmente el padre de la criatura, éste no conviva con la madre lactante porque la convivencia se ha roto o porque no se ha convivido nunca.

¿A quién hay que recurrir? ¿Hay abogados especializados?

Hay que acudir a una abogada o abogado sensible con la situación de dificultad que vive una mujer en un momento en el que da tanto amor y recibe sólo imposiciones legales. Lo mejor será la empatía hacia esa situación y hacia el dolor de las dos partes de esa relación. En una situación así, creo que la labor de los grupos de apoyo madre a madre es muy relevante, en la medida en que en esos grupos las madres saben escuchar, compartir y acompañar.

¿Hay algún tipo de formación específica para este sector sobre lactancia materna y sus implicaciones? ¿Sería necesaria?

Si no hay cultura de la maternidad ni de la lactancia en la sociedad, no cabe esperar que haya formación específica en este sector.

¿Qué instrumentos tiene a su favor la madre que desea amamantar a su hijo? Con ellos, ¿se está protegiendo a la madre o al lactante?

El instrumento a su favor y a favor del padre y de la criatura es la resolución de cualquier desavenencia por la vía del acuerdo, prescindiendo de dejarlo todo en manos de una decisión judicial.

¿Quedan los padres que quieren responsabilizarse de sus hijos también amparados?

No sé en qué medida puede estar desamparado un hombre cuya mujer, la que le ha hecho padre, le brinda el regalo de darle a este hijo o hija el amor que se requiere sentir para amamantar sin tiempo, sin reglas, pagando los costes de retroceso social y económico que es la lactancia a demanda, no interrumpida, para una mujer moderna (que no está sometida a roles tradicionales), que quiere ser madre y amamantar, pero que también quiere su vida profesional. El mero enfoque de esta pregunta evidencia, en mi opinión, la carencia de cultura maternal en la sociedad y la visión de que la madre tiene derechos inmerecidos (cuando en la ley no se le contempla ningún derecho como mujer ni como madre) frente al hombre, que no puede parir. Para mí, hay una visión misógina de la maternidad (mantenida también por parte de mujeres con poder –político, jurídico, médico-), en la sociedad, en relación con las mujeres modernas; que ha dado paso a la anterior visión patriarcal. Insisto de nuevo en que el mero enfoque de esta pregunta evidencia, para mí, la carencia de cultura maternal en la sociedad que conlleva que la lactancia sea simplemente algo que la mujer madre puede hacer si se dan ciertas circunstancias; y no si, simplemente, es lo que desea, como un hecho natural de su cuerpo, como un aceptar su sexualidad femenina y vivir en el mundo común desde su cuerpo de madre. De otra forma, se está tratando la lactancia como un privilegio del cuerpo de la mujer del cual debe dar cuentas.

¿Es posible mantener la lactancia cuando madre e hijo son separados frecuentemente, por cuestiones de custodia?

Es difícil mantener la lactancia en cualquier situación, incluso cuando la relación es perfecta y el padre sabe ser parte del círculo de la carne que forma la díada madre –criatura, se conviva o no. Por supuesto, la no convivencia no supone que no haya acuerdo y respeto entre ambos. Por supuesto, hay muchos hombres que saben agradecer a una mujer el haber podido ser padre, más allá de que la convivencia entre ellos no haya sido posible. Pero, como decía, la lactancia en sí misma es difícil de mantener en situaciones de perfecta armonía, puesto que la sociedad no contempla la ciudadanía en cuerpo femenino, en un cuerpo cuyo ejercicio y disfrute pleno de tu sexualidad te puede llevar a ser madre y ella así desearlo o aceptarlo; y a criar tú misma a tu hijo o hija, amamantándolo, sin interrupción, durante los años que esa lactancia fluya, como algo innato y genuino del cuerpo de mujer, no como un privilegio.

Entrevista a Belén Abarca, enfermera de cuidados intensivos. IBCLC

Belén Abarca participa en el XIII Congreso FEDALMA dentro de la Mesa Redonda «Manos Amigas». Su ponencia trata del «Voluntaria y profesional, visión dual en el apoyo a la lactancia materna».

“En el caso de bebés ingresados, la lactancia materna es una medicina”
“Los bancos de leche son una pieza clave en las unidades neonatales”
“Hay que abrir las unidades 24 horas”

Belén Abarca Sanchis trabaja como enfermera en Cuidados Intensivos, la última década en la UCI neonatal del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid. Es IBCLC, con experiencia en la atención individualizada a madres con problemas de lactancia, a grupos de madres con bebés ingresados en UCI y formación dirigida al personal del hospital. Es miembro del Comité de Lactancia del Gregorio Marañón, miembro del grupo operativo para la implantación de estrategias IHAN, formadora de formadores, monitora de la Liga de la Leche y cofundadora de ‘Lactancia, unidades neonatales, consulta y formación’. Madre de tres hijos amamantados.

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Entrevista

Usted tiene una visión peculiar, como sanitaria con amplia formación específica en lactancia y como voluntaria. ¿Es un perfil habitual? ¿Qué la ha impulsado a compatibilizar profesión y voluntariado?

Realmente no es muy habitual, aunque conozco a otras compañeras, enfermeras, matronas o auxiliares de enfermería con este mismo perfil. Al voluntariado he llegado como, imagino, la mayoría: como madre con problemas, que agradece la ayuda recibida y decide devolver esa ayuda a través de otras madres. A nivel profesional, la relación con la lactancia llega al cambiar el lugar de trabajo y empezar a trabajar en Neonatología, concretamente en una UCI neonatal. Con la experiencia previa personal es inevitable involucrarse en esa parte del trabajo.

En la mesa redonda en la que participará, dentro del XIII Congreso Fedalma, hablará de cómo puede convertirse en una mano amiga para el éxito de la lactancia. ¿Qué pesa más para una madre con problemas, la visión de otra madre que ha amamantado o la de una profesional sanitaria?

Las madres necesitamos que nos ayuden cuando tenemos problemas, y recibir el mismo mensaje desde todos los puntos de donde venga la información. De los profesionales esperamos y necesitamos que estén bien formados para ofrecer una ayuda de calidad. De las madres, además de información muy valiosa, recibimos el apoyo que se necesita para vivir el día a día de la crianza, recibimos el compartir experiencias y ver cómo cada una ha ido solucionando cada etapa de la lactancia y la crianza, que a veces es muy dura. Recibimos el abrazo y el consuelo en esos momentos duros. Todo lo que recibe una madre pesa, porque la confianza en nosotras mismas está siempre tambaleante. Lo que diga un profesional, si no es adecuado, puede hacer muchísimo daño, y por desgracia, a veces se le da más validez que lo que diga una madre, aunque eso sea lo correcto.

Ha trabajado 29 años en UCI, 10 de ellos en Neonatal, uno de los lugares más duros. ¿Qué importancia tiene la lactancia materna en esas situaciones?

La lactancia es importante para madres e hijos, para la salud de la población, para el planeta… pero en el caso de los bebés ingresados, que están lidiando con problemas de salud, además se convierte en una medicina para ellos, en una parte más del tratamiento. Si toman fórmula, pueden tener más riesgo de padecer problemas propios del ingreso hospitalario, añadidos a los que ya tengan. Un bebé ingresado está en contacto con los microorganismos del hospital y puede tener más riesgo de contraer infecciones debido a los tratamientos que necesita, por ejemplo, los accesos vasculares, que son una puerta abierta a la infección además de otros.

Es experta en atención a prematuros. ¿Cómo se convence a los padres que la leche materna es, para un prematuro, una medicina?

No me considero experta en nada, tan sólo estudiosa de este mundo: cuanto más se aprende, más se da uno cuenta de lo poco que sabe. No creo que se trate de convencer a nadie. Por otro lado, la mayoría de las madres quieren, tan sólo tienen dudas de si será posible en una situación tan especial. Como la situación es dura y el camino, a veces muy largo, ayuda mucho ir poniendo metas pequeñas, la exigencia es mucha y es comprensible el abandono. Por tanto, es imprescindible el apoyo, celebrar cada gota, mostrar cada paso que se avance, explicar cada etapa y siempre felicitar cada esfuerzo. Podemos encontrar madres que en principio digan que no; en ese caso, puede funcionar el plantearles tan solo el esfuerzo inicial de extraer el calostro, tan solo unos días, explicando lo importante que es, y dar mucho soporte esos días. Si ven que funciona, se pueden animar y seguir.

¿Qué problemas encuentran las madres para amamantar en estas situaciones? ¿Cómo abordarlos?

Depende de cada caso los problemas serán diferentes. Lo más habitual en una UCIN es que el bebé no pueda ser amamantado directamente al pecho y las madres tengan que iniciar la producción de leche sin un bebé que estimule ese pecho. Es muy importante acompañarlas en el camino de la extracción y el mantenimiento de la producción todo el tiempo necesario, que a veces es muy largo.

Junto a la lactancia, ¿qué importancia tiene el método canguro?

No me gusta decir método canguro aunque sé que así está descrito. Prefiero hablar de cuidado canguro. Este cuidado es crucial para las madres y los bebés. No sólo por los beneficios para ambos ya conocidos, sino porque es absurdo pedir a la madre que se extraiga leche pero limitarle el tiempo con su hijo. Necesita vincularse con él y eso sólo se consigue con contacto. Además, el cuidado canguro mejora la producción de leche.

¿Y los bancos de leche?

Los bancos de leche son una pieza clave en las unidades neonatales. Está demostrado que no hacen que disminuyan las tasas de lactancia en la Unidad Neonatal donde se disponga de leche donada, sino todo lo contrario. La leche donada nos sirve para esos casos o momentos en los que la leche de la madre todavía no está disponible, para evitar la exposición a la fórmula infantil. A veces esa leche de madre nunca va a estar disponible, porque la madre no quiera o porque haya una contraindicación real (todo ello poco habitual), y en los menores de 1.500 gramos es importante que, hasta que lleguen a ese peso, puedan alimentarse con leche humana y no con fórmula.

Es evaluadora de la IHAN, ¿qué información le da esto sobre lactancia materna y prematuros? En este sentido, ¿qué se puede mejorar en las UCI neonatales de España? ¿Qué se ha conseguido y qué queda por hacer?

La IHAN no evalúa Unidades Neonatales, tan sólo la información que se da a las madres que tienen a sus bebés ingresados. Se comprueba si en la planta de Obstetricia se les ha indicado la necesidad de extraer la leche y se les ha enseñado cómo hacerlo, y esto es crucial en los bebés prematuros. Hay mucho por hacer, desde la extracción de la primera gota de calostro hasta el alta con lactancia materna directa al pecho. Lo primero sería abrir todas las Unidades 24 horas, muchas ya son unidades de puertas abiertas y eso es un logro, pero todavía hay alguna con horarios. Si esto no se hace, es imposible avanzar más.

Ya en casa, ¿para qué cuestiones la requieren? ¿Difieren mucho de las que plantearía una familia con un bebé a término?

Sí, son un poco diferentes. Es muy habitual que el bebé se vaya de alta con lactancia diferida y con alguna práctica de amamantamiento al pecho, y lo que necesita es ir retirando esos suplementos. Además, aunque depende de la edad gestacional, muchos bebés se van a casa por el peso alcanzado, no por su madurez, y son bebés que todavía son inmaduros e incapaces de recibir todo lo que necesitan a través del amamantamiento directo. Es una etapa dura y llena de incertidumbre y donde la ayuda especializada puede hacerse imprescindible. En otros países hay un seguimiento de estos bebés; aquí, en lo que se refiere a la lactancia, no lo hay, al menos en nuestro hospital.

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